domingo, 23 de mayo de 2010

Carta 9 - Para ti

Hola,

Mírate ¿ya? Antes de leer esta carta, que será la última, mi último esfuerzo por que veas todo de una vez por todas. ¡Mírate! Porque sólo así vas a poder entender las cosas que te rodean. Mírate y luego mira a tu lado, ve por la ventana y mira a la gente pasar, míralos para que entiendas al fin que tú no eres el mundo y aquello que te rodean también siente. Porque si aún no te has enterado, si nunca me escuchaste cuando conversábamos entonces te cuento por última vez que el mundo siente, que duele, quiere y odia. Cuando al fin logres mirarte te darás cuenta que el mundo se parece a ti, te darás cuenta que no eres nada más que él y el resto. Entonces, tal vez entiendas lo que siempre te he tratado de decir.

Ahora creo que no te importa, que no te importo y definitivamente lo has dicho claro y preciso a pesar de las muchas veces que hemos conversado. Te he vuelto a escribir, a pesar que dije que no lo haría, para pedirte de nuevo que veas. Ve la miseria del mundo, ve la mía también. Sólo te pido, nuevamente, que te mires porque yo ya me cansé de verte, mira al mundo feo y no duermas más. Mira al mundo que grita y deja de vivir en tus libros, porque de nada te servirán las teorías si te sigues negando a ver. Vuelve ¿Si?, alguna vez lo prometiste en aquellos días en que solíamos hablar, creo que te has olvidado. Quiero pensar que de los dos algo bueno quedó, entonces si yo intento…no dejes de hacerlo tú, devuelve algo a la vida pero sobre todo intenta que por primera vez tus actos que no parezcan un favor.

Conoce, de una vez por todas. Recuerdas cuando solía repetirte que “no se puede andar el mundo con el amor descalzo”. Antes solías escuchar y decir que jamás lo permitirías, ahora le das la espalda a los descalzos y a mí, le das la espalda a las ideas y a todo lo que la gente tiene por decirte. Basta de todo y deja esa vida cómoda que te has resignado a llevar. Date cuenta que no importa lo que seas, cuando los cures, cuando los oigas, cuando los veas, cuando los ayudes, cuando los levante con los brazos debes verlos como una parte de ti, porque no les haces un favor sino que viven los dos y aprenderán así.

Creo que todo esto ya lo has escuchado antes, pero de todas maneras espero que cuando leas esto no sólo arrugues la carta y la eches a la basura. Siempre digo que ya no pero una vez más te escribo, para no perder la costumbre diré que esta es la última carta que te envió, esta vez espero que así sea.

Espero poder hablar algún día de nuevo, espero que veas, que leas y entiendas. Siempre espero..aún no sé qué más. Esta vez si me voy.

Con cariño.


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