"!Ah! desgraciadamente, hombres humanos,
hay, hermanos, muchísimo que hacer."
C.Vallejo
Mis recuerdos son pocos, tal vez el cochebomba que pusieron en la Donofrio, los apagones que mamá animaba con juegos de sombras, buscar las velas e irme a dormir más temprano. Sin duda los apagones son mis recuerdo más nítidos de los años 90, además de la toma de la Embajada de Japón. Yo tenía 4 años y escuchaba que mi mamá los llamaba terroristas. Pasó el tiempo y un día capturaron a Abimael Guzmán un hombre de barba. Un día regresando del colegio desviaron el camino del bus, cuando llegué a casa todos hablaban del rescate de los rehenes de la Embajada de Japón. Durante mis primeros 8 años escuchaba MRTA, Sendero Luminoso, terrorista o Abimael sin entender mucho. La gente se ponía seria y todos rogaban porque no les suceda nada. Pasaron unos años y se empezaron a escuchar palabras como CVR, gobierno, dictadura, violencia política. Ahí las explicaciones de mi madre fueron más claras. Empezó a dar cifras, casos, mujeres maltratadas, estudiantes secuestrados, edificios como Tarata que volaron y hicieron reaccionar a una capital ciega y junto con todo lo que mi mamá me empezó a contar llegaron a mí los años de violencia política que vivió el Perú. Años que me incluyen la línea de tiempo, años que no recuerdo mucho y violencia que felizmente no tuve que presenciar en su verdadera magnitud. En la escuela la época del conflicto interno se resumió a una página hacia el final del libro pero mi profesora Frau Ana, tal vez porque vio interés o porque pensó que podría así dejar de interrumpir sus clases, me dio mayor información. Fragmentos de los publicado por la CVR, estadísticas, cifras, fotografías y no puedo dejar de preguntarme hasta hoy ¿Cuántas personas sufrieron?
La CVR recomendó el uso de la educación para la difusión de la información de lo ocurrido durante este periodo. Espacios de memoria, espacios públicos, el resaltar los 20 años en la línea de tiempo oficial del país pues un pueblo sin memoria repite sus errores. Las víctimas fueron aproximadamente 69 000 personas. Ciudadanos, peruanos como nosotros, campesinos, mujeres, estudiantes. Los grupos subversivos no son los únicos culpables, nosotros como sociedad nos deshumanizamos. Nos olvidamos del prójimo, el gobierno ataco al flagelo de la violencia con más violencia indiscriminada y los ciudadanos, ya parcializados, agravaron sus prejuicios para comprender al resto del Perú. ¿Por qué la necesidad del recuerdo? ¿De qué nos sirve? Bueno, tal vez si les doy una explicación basada en la importancia de la memoria en la construcción de una identidad nacional lo tomen como un argumento vano. Les daré mis razones, mis cuestionamientos humanos, de ciudadana, de peruana. La necesidad de recordar es una manera de guardar respeto a las víctimas que son muchas y de diferentes formas. Es mostrar respeto a todos aquellos que murieron durante el conflicto armado, es seguir dándoles fuerzas a las familias que buscan a sus desaparecidos que son casi 15 mil en todo el país. Recordar representa un acto de reclamo, exigir justicia por todas aquellas mujeres víctimas de la violencia sexual durante aquel periodo. Violencia que sigue impune. Es necesario recordar y dar información para la prevención de conflictos similares en el futuro, recordar nos va a dejar entender. Prevenir y combatir aquella indiferencia que caracterizo al país durante los 20 años de conflicto armado.
Me veo en la necesitad de escribir para que los demás sepan, si tengo que hablar o enseñar lo haré para que mi país no se vuelva a desangrar en violencia, para aprender de nuestros errores, no dejar que el olvido nos gane por miedo y sobre todo con la esperanza de poder reconciliarnos como ciudadanos, mirarnos sin prejuicios para no albergar mas odios. Creo que antes del horror por jóvenes que no saben la respuesta cuando ven la imagen de Abimael Guzmán, porque no saben que es la CVR o que sucedió en Ayacuchos o Tarata, nos debemos preguntar ¿Por qué? ¿Y el sistema educativo... porque por ese sistema pasaron ellos? ¿Qué estamos haciendo para que esto no suceda? ¿Sus padres no les han contado nada? ¿Qué nos está sucediendo? Hay muchísimas formas de conocer. Si no quieres leer todos los tomos puedes leer las conclusiones, acceder a la información vía internet, ver video de aquellos años o simplemente asistir a exposiciones como Yuyanapaq para conocer lo que por suerte no vivieron pero de lo que no están libres. Hay, hermanos, muchísimo que hacer ¿Estamos haciendo algo? Conocer que es el “conflicto armado”, “terrorismo”, “memoria” o “reparación” puede salvarnos del olvido.