Hoy se han detenido mis caminos y me he quedado en medio del caos. El mismo caos que generan mis ideas y tus palabras. Tus juramentos de amor, que me abruman y me enaltecen. No puedo seguir y lo siento, pero ahora mi alma está fría, ya no te hallo y no creo que lo pueda hacer. Seguiré de ahora en adelante sola, sin tus besos y tus caricias. Sé que extrañaré tus palabras y tus brazos, extrañaré el calor de tu cuerpo en cada noche de invierno. Siempre llevaré en la mente las cómplices miradas en medio de la cena con tus padres, pero lo siento. YA NO PUEDO.
Tanto amor me abruma, tanto cariño me ciega, tanta pasión me enclaustra. Me ata a ti para siempre sin que me dé cuenta. Ya no puedo seguir el mismo camino, ya no puedo seguir a tu paso y sonreír. Ya no quiero sonreír, quiero gritar. Ya me aburrí de ser la más linda y la más dulce, que me quieras como nadie en la vida y que cada centímetro de mí te sea perfecto. Ya no puedo seguir siendo algo perfecto para ti, cuando para mí el andar de mis pasos se ha convertido en una cárcel de tu amor. El mío no basta, no alcanza, no ama como tu amas. Hoy me voy, siendo la niña mala de los cuentos, pero si no me voy, seré la infeliz. Seré aquella a la que aman en una urna de cristal. No puedo seguir encerrada, no puedo seguir enamorada ni enamorándote.
Sé que mi esperanza por algo mejor me guía. También sé que me odiarás, con el alma y las entrañas. Me detestarás y seguramente llorarás por mí. Llorarás mientras tu madre me maldice. Me vas a maldecir, me vas a recordar como quien te destrozo y en las calles mi nombre será restregado. Pero ahora, no me importa lo que le pase a mi nombre o como queden tus recuerdos. Ahora me importa mi felicidad, o la poca que me queda. No sé si alguien más me llegué a querer, no sé si los hombres me vuelvan a ver como alguien de fiar, no sé más que a donde vaya estaré sola. Con mi mente, sin tus palabras y con mi cuerpo, que ya no será tuyo. Ni mis ojos ni mi boca. Mis piernas se enlazaran solas y mi cuerpo aprenderá ha abrigarse sin ti. Todas las hermosuras del amor en sagrado fuego, solías decirme como en aquella canción de los primeros días. Pero tu fuego me quemó, sacó lo peor de mí, y como yo no quiero ser lo peor, me voy para salvarme. Para no ser querida nuevamente, ya no quiero un amor en Paris sino quiero vivir sola porque tanto amor a mi me hace daño.
También te quise, pero no puedo querer más. Adiós.
2 comentarios:
Ala, esto se lo debería leer mi mamá a su novio.
Jaja mentira :P Pero sentí su enclaustramiento, ni qué decirle.
Es muy emotivo!!! *.*
Solo me imagino la cara de pondria el tipo q escuchara toda esa confesion....pondria cara de "WTF?"
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