lunes, 8 de marzo de 2010

El 8 no debe ser sólo un día

Al pensar en este artículo me di cuenta que definir el género era una cuestión difícil. Si uno va al diccionario lo que encuentra al buscar la palabra mujer es que viene del latín mulĭer, -ēris y se refiera a “persona de sexo femenino”.

Entonces me pongo a pensar en lo primero que identifica al término mujer en el diccionario, claramente expresa que se refiere a una persona. Al buscar la palabra hombre esta se extiende a una seguidilla de explicaciones un poco más extensas que en mi primera búsqueda. Queda claro que el término hombre se refiere también a una persona. Entonces, persona puede ser hombre o mujer y al menos para la ingenua interpretación del Diccionario de la Real Academia Española están en una igualdad al momento de existir. Ambos existen y convive. El hombre coexiste con su mundo circundante la vida se base en esta coexistencia hombre – mujer. La pregunta del día va más allá de esta simple búsqueda, si se trata de una persona al fin y al cabo ¿por qué se ha llegado a la necesitad de tener un Día Mundial de la Mujer? ¿Qué ha sucedido durante la historia de la humanidad que nos ha llevado a buscar un día para recordar la condición de MUJER en la sociedad?

Hace unas semanas, en una conversación me afirmaron que las feministas y las mujeres en general sólo buscaban una igualdad para aprovechar su condición de mujer. Como autora de este blog tengo que decir que aunque no soy una experta y recién estoy en mis inicios yo si estoy a favor del feminismo y me parece que es una lucha necesaria que las mujeres debemos enfrentar no para buscar una supuesta IGUALDAD, como afirmó mi interlocutor, es la búsqueda del respeto a nuestra condición para que se pueda vivir en armonía, en libertad, en sincera libertad de decisión sobre nuestros cuerpos y acciones. Buscar igualdad sería eliminar las inequidades que nos hacen seres únicos. Estas diferencias no son una desventaja sino que permiten que el género se defina y nos deja entender que las necesidades de los hombres no son igual al de las mujeres.

El día de la mujer, personalmente, no se trata de un día donde se intente crear una conciencia de Igualdad entre ambos sexos, lo que se debe buscar el respeto verdadero de la mujer como sujeto portador derechos y deberes tal como los hombres. Es por este motivo que el 8 de Marzo no sólo debe representar una conmemoración por los logros que ha ido alcanzando la mujer a lo largo de la historia, desde su inserción al mundo académico hasta la representación política. Aún vivimos en una sociedad donde no se respeta la condición femenina al cien por ciento. Aún no se ha terminado, todavía hay temas importantes como la violencia de la cual es victima la población femenina, abuso que se puede dar en lo psicológico como en lo físico y en cualquiera de los dos casos aún no se tiene la educación y la conciencia de denunciar. Contamos con un alto índice de violencia contra la mujer, que remarca un uso indiscriminado y consciente del poder con el fin de sentirse superior. No se trata de violencia por cólera o por el hecho de generar vandalismo o algo por el estilo, sino que es la transgresión del derecho a no ser maltratado conjunto con la visión del rol femenino como inferior. Esto nos da como resultado la violencia desatada contra la mujer, que en muchos casos se traduce como feminicidio.

Por otro lado está la ola de violencia sexual de la cual también se es víctima, desde niñas hasta esposas que sufren el abuso sexual de sus maridos, nuevamente debido a la falta de educación o información las victimas no hacen las denuncias respectivas por lo que el entorno social en el que se desenvuelven las victimas reacciona cuando las consecuencias son irreparables. Otro de los temas que aún está pendiente no radica ya en asuntos políticos de representación sino en el respeto por la decisión del propio cuerpo.

Muchos creen que hay una verdadera igualdad de géneros, sin embargo esto no pasa del discurso, no se vuelca a la realidad. Aún hay que mejorar la educación de la mujer, es hora de impartir una educación tanto en la escuela como en el hogar que les muestre y genere una conciencia para que sepa que puede y debe defenderse, denunciar y que nada justifica el abuso. Es por eso que este 8 de marzo no sólo debe servir para conmemorar los logros que se han ido logrando, ha llegado el momento de superar los recuerdos o las historias de la evolución de la representación de la mujer, ahora es el momento de seguir con acciones concretas que nos permitan seguir avanzando, para poder seguir celebrando este día con logros nuevos.

Estoy convencida que ha llegado la hora no de convencer al resto de la sociedad o al gobierno, pues incluso con los avances que se han logrado Latinoamérica sigue siendo una sociedad machista. Tenemos que convencernos a nosotras mismas que nadie debe vulnerar nuestros derechos, que siempre hay una salida y que nuestra dignidad no se debe ver comprometida y mucho menos por el uso de la violencia, factor que sigue siendo el gran flagelo de la población femenina. Si se educa en esta conciencia, tanto a hombres como a mujeres, los siguientes pasos se darán por si solos. Es un proceso que aún no termina y que nos queda tiempo por recorrer.
¡Feliz día de la Mujer!

O cómo diría yo: ¡Feliz días, mujeres tomen conciencia y no permitan el maltrato sino sigan en el constante trabajo del respeto y libertad ¡

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