Por la tarde con la idea en la cabeza de venderlas a mis papás la nota de apagar las luces durante una hora me enteré que se iba a la fiesta de la hija de no sé quien, así que como era una fiesta infantil mi hermano estaba cordialmente invitado. Inminentemente me libre de la charla sobre conciencia, medio ambiente, preservación y ahorro. Sería yo y la oscuridad. Ahora la pregunta exacta era “¿Qué voy a hacer yo en mi casa durante una hora a oscuras y sola?”
Para comenzar fijo que me perdía al menos el final del partido de Roger Federer. No iba a haber tenis, ni internet, ni luz para jugar a hacer sombras contra la pared. No me quedaba de otra, tendría que ingeniármelas.
Como llevar una crónica de mi regreso al pasado, pues sería como cuando tenía 4 años y la luz se iba de repente, a sacar las velitas o las linternas. Alrededor de las 8:10 p.m. saqué mi libreta y mi lapicero, abrí las cortinas del segundo piso del departamento donde me quedaría atrincherada por una hora, busqué el lugar más cómodo para contemplar no solo las calles sino a ver también quienes apagarían sus luces. ¿Apagarán las luces en la Plaza de Armas? ¿La mega cruz del cerro San Cristóbal? ¿Apagará la Católica todas sus luces? ¿Será que Wong se quedará a oscuras durante una hora? Mientras todas esas preguntas deambulaban por mi mente fui viendo el reloj y acomodándome a lo que sería tal vez una hora oscura pero de ideas callejeras. No hay nada más divertido que sentarse a ver la calle.
Mientras me preparó(es decir traigo mi botellita de agua, cojo mi libreta y mi lapicero) me pongo a hacer un zapping velo. Zapping y al hilo me gano con 3 video de Shakira, después de esto estaba segura que eso era una premonición de que era un MUST apagar la luz, la tele, todo. Era necesario por mi salud mental desconectarme. Creo que sí, siempre es necesario y ayuda. Seguí con mi zapping previo a la APAGADA, Oh no! partido de los Lackers, pero ni ellos impedirían que me apague por una hora.
Esperen. Una pausa y un mini ataque de pánico ¿Temblor? Y mi otro yo trataba de negarlo “noo temblor nada”. Mejor y alucinaba que era un mega tráiler que había pasado. Temblor, debía superarlo.
11 minutos, y para mi suerte pude ver el final del partido de Federer, ganó con doble 6-3.
1 minuto para apagar la luz.
APAGADA. Me lancé a la venta con la esperanza de ver a Lima a oscuras, pero me equivoqué. El edificio McGregor con algunas luces prendidas. El Chifa, el Pollo a la Brasa, la D’onofrio, la panadería y mis lindos vecinos seguían con todas las luces prendidas. El farol frente a mi ventana se apagó, seguro se quemó el foco o tal vez se había solidarizado con la Hora del Planeta.
Ya habían pasado 15 minutos, estaba en lo más profundo de mis meditaciones y alucinando con una irresistible sopa wantan cuando un megáfono me sacó de mis pensamientos. Dirigí mi vista hacia donde venía la lluvía, eran varios en masa, eran los Boy Scouts. Nunca había visto tantos en mi vida, marchaban por la pista gritando a una sola voz que todos apagaran sus luces. Normalmente los Boy Scouts y yo no somos amigos, pero al menos su marcha sirvió para que los de la panadería, el Pollo a la Brasa y algunas otras casas apaguen sus luces.
Media hora, se me acabo el agua pero sobreviví. Dirigí mi mirada hacia el farol solidario, ahora creo que sólo fue un error estadístico porque se había prendido de nuevo. 20 minutos y a algún vecino desinformado se le ocurre comenzar su mega fiesta justo en medio de la hora del planeta, así que para amenizar mi espera puso la gran y memorable canción “y hoy te vas, te vas, te vas”. Porque no se iba él y dejaba de prender luces, radio, micrófono y demás artefactos involucrados. Me imagino que ese debe ser mi castigo divino por dejar a veces las luces prendidas por las puras
13 minutos. Hora de cambiar de locación, de mi cuarto me fui al cuarto de mi mamá, previo tropiezo con algún zapato que estaba por el camino. Desde la ventana del cuarto de mis papás puedo ver la espectacular luna llena. Si la luz de la luna llena alumbra todo es mejor y más celestial, fue sin duda un ensueño y hasta hubiera podido escribir un cuento en ese momento. Claro que mi cuento estaría impregnado por el nuevo hit que alegra el tono de mi vecino, una de Carlos Vives. Justo cuando quienes más habría apagado sus luces, justo me preguntaba si la luna era de queso y porque en el primer piso todos los gatos de la vecina de enfrente estaban reunidos en el jardín fiesta y sin previo aviso, mis tímpanos fueron atacados por una canción de COMPLOT (cortesía de mi tonero vecino). Ahora si estoy segura que eso es karma, desde hoy en adelante tendré más cuidado con las luces.
2 minutos
Ahora mientras en la fiesta siguen con la cumbia, yo sigo con la luz de la luna, los gatos continúan con su reunión y pasa muchísima gente, aquellos que apagaron sus luces estuvieron fuera de sus departamentos o aprovecharon y sacaron a pasear al perro.
1 HORA después, llegó el momento de prender la luz… pero eso si no todas, no por las puras.
Luego de una hora mirando por la ventana, hecho esta de ahora en adelante tratare de no prender luces por las puras, así de pasada y baja el recibo de la luz. Para el final de esta pequeña crónica me entere que si fue temblor, así que no estaba neurótica sino que estaba en lo cierto.
2 comentarios:
Como hubiera querido que ese grupo de Boys Scout pasara por mi cuadra. Ninguno de mis vecinos se digno a apagar las luces, sino hasta las 9, cuando recién reaccionaron algunos pocos. ¡Qué escándalo! Después reflexione, mientras tomaba lonche a oscuras: "ahora ya se porque el planeta se esta yendo al demonio". Ni modo, en mi casa todos pusieron su granito de arena. Hasta mi dos abuelitos restringieron sus deseos de ver televisión con tal de ser parte de la hora del planeta.
Al menos nosotros podremos dormir con la conciencia tranquila esta noche. Los que no apagaron las luces... pues, ahi se vieron, no?
¡¿AGUANTASTE UNA HORA SOLA MIRANDO FUERA DE TU CASA?!
Broder, te admiro.
Jaja, es en serio, ah. Yo debo admitir que usé la refri un par de veces y estuve bajo la compañía de mi mami. Salimos a pasear por las calles a ver a niños scouts gritar "¡Apaguen la luz!" también. Geniales esos chiquillos. Aunque en mi infancia los detesté :P
Besos!*
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