sábado, 21 de agosto de 2010

Escena 1

Hoy les dejo mi primera tarea del curso de creación de Teatro. La consigna era una escena donde A quiere o le pide algo a B, pero no puede decirlo de manera explícita. Además A debía estar bajo el mando o subyugado a B. Por último el alumno es libre de resolver la escena.

Ok. Aquí va mi tarea, es la primera vez que escribo una escena en Teatro, espero que salga bien. Aún no termino de escribirlo pero ha mejorado a lo que era en su inicio (2 líneas). Se acepta cualquier sugerencia.

TAREA: Una maleta con mi libertad


Alberto se encuentra con la mitad del cuerpo dentro del ropero, está arreglando algo con fuerza intentando que entre en el ropero. De repente se oyen los pasos de alguien subiendo las escaleras. Alberto automáticamente cierra el ropero con fuerza, se arregla un poco el cabello, se sienta en el sillón que está entre el ropero y la cama de la habitación. Está ansioso no sabe qué hacer con sus manos, toma el control remoto y prende el televisor.

Beatriz entra en la habitación con un vaso de agua en la mano, se va directamente a echarse a la cama sin mirar a Alberto. Se echa y ojea una revista que está sobre el velador. Luego de unos minutos voltea, mira unos segundos a Alberto, quien le devuelve el gesto con una sonrisa. Se dirige a él con un tono imperativo.

B: Baja el volumen me duele la cabeza.

A: Claro

B: Bájalo más, ten algo de consideración.

A: Si claro, disculpa.

Beatriz, he estado pensado (lo interrumpen)

B: ¿Compraste todo lo que estaba en la lista que te di?

A: Si claro. Sabes, estaba….

B: Se me cayó el anillo debajo de la cama, recógelo por favor.

A: Claro (Se agacha y recoge el anillo)

B: Mañana me iré a tomar lonche luego de la oficina. Por si a caso, así que no me esperen para cenar.

A: ¿A dónde?

B: A tomar lonche. (Con un tono cortante)

A: Ah….

Beatriz deja la revista a un lado.

B: ¿Qué estás viendo?

A: Es el partido de Federer contra…

B: ¡Qué aburrido! Todo el día ves tenis ¿no hay algo más?

A: Toma (le extiende el control remoto)

Beatriz empieza a cambiar los canales uno tras otro, hace un gesto de asco y apaga el televisor.

A: Sabes, he estado pensando…

B: “he pensado qué…” “He estado pensado” ¿Qué? ¿Qué has estado pensado? Deja de repetir frases. Haces que me duela más la cabeza.

A: No levantes la voz..

B: Deja de repetir las cosas como si no tuvieras más que decir. Ocupa tu tiempo. ¡Haz algo!

A: Tal vez es el eco de tus palabras lo que oyes. (en un tono muy bajo)

B: ¿Qué te pasa?

A: Siempre es tu pregunta final. ¿Por qué crees que tienes siempre que preguntar qué es lo que me pasa?

B: En verdad que te excedes Alberto, todavía que me preocupo y te pregunto...

(Cobrando un poco más de seguridad con cada una de sus palabras)

A: ¿Te preguntas? Dime qué es lo que te preguntas, creo que lo único que sabes preguntar es qué quieres así puedes pedírmelo. Es lo que siempre haces.

B: ¿Y qué quieres tu? Tú sólo quieres molestarme, no hay un solo día en que pueda llegar y estar tranquila. Toma tu control remoto mira lo que quieres, tu vida se resume a quedarte ahí sentado viendo estúpidos partidos (Le lanza el control remoto) y alterarme la vida.

A: Si tú no tienes tranquilidad ¿imagínate lo que son mis tardes o noches en la casa?

B: ¿Por qué no te callas y me dejas en paz?

A: Es lo mismo que he pensado durante toda la tarde. ¿Por qué no te callas?

B: Es el colmo, hasta tu mismo piensas que te debes callar.

A: No me refería a mí. Tú no te callas desde el día que te conocí.

B: ¿Qué quieres?

A: Lo mismo desde hace dos años, el problema es que recién hoy tengo el valor.

B: ¿Qué? Déjame tranquila, mira tú partido sin decir nada.

A: No me voy a sentar más cada vez que me digas. No lo pienso hacer. No me voy a volver a callar, ni a hacer tus cosas, ni oírte, ni esperarte.

B: ¿Qué vas a hacer? Tú sólo sabes sentarte en ese sillón.

A: Ya no. Hoy al fin hare lo que yo quiero. No te pido nada porque no vas a entender pero hoy si voy a conseguir lo que yo quiero.

Alberto se para del sillón, esta vez con una postura decidida mirando fijamente a Beatriz. En su actitud parece que ya no le tiene miedo, como si hubiera recuperado seguridad, como si le hubieran devuelto algo a su vida. Alberto se voltea y abre el ropero, saca un maleta. Mira a Beatriz pero ella no tiene reacción alguna. Toma su abrigo y sale de la habitación. Beatriz cierra la revista que estaba ojeando, mira por la ventana y ve cómo se va el automóvil. Es en ese momento que reacciona, abre el ropero y empieza a tirar al piso los colgadores vacíos. Abre los cajones y los saca, los sacude esperando que caiga algo pero están completamente vacíos.

B: ¿Lo que quería era dejarme? Era dejarme, eso era lo que había pensado y pensado todo este tiempo.



1 comentario:

Marisella dijo...

Pues la escena te quedó bien! Aunque siento que Beatriz es como q bien seca! xD Media insensible con el pobre Alberto!