
La Princesa Caballero es un dibujo animado publicado desde 1954 al 1968, sin embargo recién llegó a Hispanoamérica en 1972.
La Princesa Caballero nos narra la historia de Zafiro, princesa de Silverland. Sin embargo, no se trata de la típica historia de doncellas medievales, donde ella busca un príncipe azul con quien casarse y ser feliz por siempre. No es la historia donde la doncella en peligro es atormentada por una bruja malvada Zafiro representa uno de los casos más interesantes para el análisis desde el Género. Básicamente se narra la historia de la hija de los reyes de Silverland, la primogénita, pero en su reino se rige la Ley Sálica por lo que no podrá ascender al trono. Si no hay un heredero el trono queda vacío y pasaría amando del Duque Duroaluminio. Ante este problema los padres deciden criarla como hombre anulando de su crianza cualquier rasgo femenino.
Es a partir de esta decisión que surge el primer problema de Zafiro con respecto a su sexualidad. Este primer conflicto tiene un origen casi político y definitivamente es una manipulación ajena a su voluntad. Literalmente ella no cumple con lo que se esperaba, un varón para el trono. Sin un heredero idóneo los padres la presentan ante la sociedad entera como el príncipe y resguardan la verdadera identidad de la niña. A Zafiro no se le presenta la doble figura, no se trata de una chica que es criada como mujer y que luego al salir debe mostrarse como hombre sino que es completamente masculinizada. Se le inculcan todos los atributos del príncipe heredero. Esta niña es manipulada según las necesidades políticas, considerando además que hablamos de un reino de características medievales, no un reino con las condiciones actuales donde en teoría las mujeres y los hombres tienen los mismo roles o los mismo derechos. Al decidir educarla como hombre, se sustituye todo rasgo de feminidad. Ropa, valores, deberes, relaciones interpersonales. Políticamente el haber nacido mujer para ella representa un error que termina siendo una amenaza a nivel social, no se le puede admitir ser mujer pues no podrá defender el reino como si lo haría un hombre.
Así Zafiro crece con todas las cualidades del príncipe medieval, es capaz de pelear, asimila la idea del caballero que vela por la justicia, usar armas, montar a caballo. Todo se maneja con normalidad, sin embargo en la serie aparece un segundo príncipe del cual se enamora Zafiro. El príncipe Franz lleva al espectador y a la misma Zafiro a la confrontación con la verdadera identidad de Zafito ¿Es realmente hombre o mujer? Se da inicio de las contradicciones, ella misma estaba convencida de ser un hombre hasta conocer al Franz, estaba segura de eso porque al crecer como hombre había valorado su mundo siempre desde la perspectiva masculina. Ahora se ve enfrentada ante una atracción natural hacia el sexo opuesto generando una contradicción dentro de su propia identidad de género.
Antes estos dos problemas básicos en la construcción de género dentro del dibujo animado, Zafiro no sólo debe enfrentar un conflicto personal sino también social, pues que ella se devele como mujer implica un peligro para el reino, peligro justamente por lo cual ella fue cambiada de género, un problema casi gubernamental, pues si se llega a descubrir la verdad el trono pasaría a otro.
Es en este punto de quiebre donde surge la ambigüedad del personaje, pues la mujer “disfrazada” de hombre ahora se disfraza de chica para poder acercarse al príncipe. El disfraz pasa a ser para Zafiro la reivindicación del género con el que ella nació y con el que al parecer ha aprendido a vivir sin anularlo, es un sujeto que se presenta como hombre pero se asume al mismo tiempo como mujer.
Al igual que en muchas obras del teatro se usa el recurso del disfraz para recuperar el verdadero género de Zafiro. Una posición casi metateatral donde ella asume además de su identidad como príncipe, la de una dama que se acerca de manera misteriosa a Franz. Incluso cuando está claro que Franz sabe que es mujer ella sigue comportando ante el cómo Príncipe y él sigue tratándola como hombre. Es evidente que no se termina de sentir del todo cómoda como mujer cómo para develarle sus sentimientos, es el disfraz lo que la libera. Zafiro es consciente que su disfraz de hombre es un medio de supervivencia, sin embargo ha llegado un momento en que el uso del disfraz la ha confundido y no logra separar del todo la ficción de la realidad, por ello necesita otro disfraz, segundo disfraz que aunque corresponde a su verdadera identidad no le permite ser ella misma por completo, ella quisiera ser mujer y pelear por su reino, pero no hay una conciliación entre ambas cosas dentro de su mundo.
Normalmente los niños son capaces de discriminar aquellas características del estereotipo de género más cercanas a su mundo para poder constituir el estereotipo de su género en el caso de Zafiro el de un hombre. Esto hace que a medida que uno va creciendo adquiere el conocimiento y el sentido como masculino o femenino, conocimiento que se ve trastocado en Zafiro al conocer a Franz y por otro lado se ve respaldado por sus padres y su nana quienes no le terminan de aclarar tampoco una identidad, sino que la apoyan el tema del disfraz de mujer para que pueda vivir aquello que en su momento no se le mostró, dándole un aura de secreto aún mayor pues otra vez esta vía del disfraz es casi clandestina tanto como la verdadera identidad de Zafiro. Para que ella pueda ser mujer de nuevo sin ver afectados su status como heredero se le crea una habitación secreta en el castillo. Una habitación secreta en donde ella puede ser mujer, confinada, encerrada, donde nadie pueda verla donde no represente una amenaza.
Es decir a pesar que le dan el “permiso” su verdadera identidad sigue oculta, porque ella no puede salir como Zafiro y decir que es mujer. En el desarrollo de la trama Zafiro representa la imagen de la mujer debe seguir oculta o subyugada por un hombre (en su caso conviven en una sola persona) para poder seguir con la normalidad social, lo que de cierto modo aún plasma las ideas de la época en que fue creado este dibujo animado, que son los fines de los 50 e inicios de los 60.
Ahora desde la imagen de un niño esto no es un gran dilema pero si se ve ya desde la perspectiva de un joven o un adulto la lectura de la Princesa Zafiro es diferente, para comenzar era un bebé que se deseaba que fuera hombre. Nació mujer, es ocultada y masculinizada. La relación con el Príncipe Franz sin embargo es el inicio de un despertar sexual pues es ahí donde descubre y conoce su verdadera identidad sexual. Esto le da un nuevo giro a esta historia casi entre cuento de hadas, maniobras políticas y la lucha por la justicia. Muchos le pueden dar otra lectura, pueden decir que la mujer en este caso supera las imposiciones sociales y defiende a su reino y seguramente se hará cargo de él cuando asuma la corona. Esto podría ser completamente aceptado si se tratará de una mujer que sólo se disfraza de hombre con este fin y que el resto de su vida la vive como mujer. Lamentablemente esta lectura se debe enfrentar ante el hecho que Zafiro es manipulada y utilizada para los fines de otros. Es la chica convertida en chico y que luego para poder regresar a ser mujer debe ocultarse.
Sin duda es un dibujo animado con muchos temas por tocar en lo que se refiere a temas de género, sin embargo creo que uno de los puntos más importantes es no perder de vista la imagen que representa Zafiro en la escala social de su época. Ella no puede ser el personaje insignia de la lucha de los derechos de las mujeres de esa época, porque ella misma no se revela del todo, se esconde en el disfraz, se cree el disfraz impuesto y es ahí donde está su mayor problema al final de la historia ¿Quién es la princesa Zafiro? Ella sigue siendo el príncipe y no tiene ningún problema con seguir siéndolo, pero tampoco niega sus sentimientos como mujer.
Zafiro es un ejemplo, sin descontextualizar la época en que se creó de cómo la imagen de la mujer siempre estaba atada a la del hombre pero más en el lado de agente pasivo o un acompañamiento pues quien lleva a cabo las hazañas es siempre el lado masculino. Esta lectura va más allá de las aventuras en sí, ve a la mujer que es capaz de hacer las cosas designadas socialmente para un hombre pero al final ni ella misma se lo cree, porque sabe que como mujer pueda tener las capacidades pero no la aceptación social.
Es un reflejo de esa sociedad en tránsito donde las mujeres ya comenzaban a ir a as universidad con mayor frecuencia y que en los 60 ya ve un mayor grado de liberación. Zafiro es una representación de lo que era la sociedad de los 50, donde ya se gestaban los discursos de igualdad entre géneros pero muchas de estas mujeres aunque eran ya conscientes no eran capaces de dar el segundo paso, el paso a la acción.
2 comentarios:
Amo los dibujos animados , Esta historia es muy buena.
Me encantó!! analizarás algún día a Candy?
(blueonthemoon)
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