For we need a little Christmas
Right this very minute,
Candles in the window,
Carols at the spinet.
Yes, we need a little Christmas
Right this very minute.
La llegada de la Navidad si bien nos llena de alegría, sobre todo a mí, no debe alejarnos de la reflexión porque nada es gratuito, ni la alegría. Misteriosamente (todo fríamente calculado en verdad) la Navidad llega a fin de año, como un espacio de tránsito para comenzar recargados y con sonrisas nuevas el año que viene. (Felizmente no se acabo el mundo el 21 jijiji) Eso quiere decir que tenemos más razones para mirar los meses que pasaron, si quieren mientras se toman una taza de chocolate caliente a pesar del calor o comiendo un rico panetón. A mi más fiel estilo, será comiendo un tazón repleto del puré de manzana de la Tati.
Yo, como todos los años, tengo muchas razones para alegrarme, para seguir en estas fiestas con una sonrisa y ganas que los demás sonrían. No sé si es “lo propio” contarles pero si creo que puedo aprovechar para agradecer a los que han hecho que esta Navidad tenga de nuevo tanta alegría como para emprender un año más. Para mi el Año Nuevo es más bien el día del cumpleaños de mi abuela, es la Navidad mi fecha, día y hora para comprometerme con el año que viene, para tomar fuerzas y pensar que si puedo celebrar un año más es porque se han confabulado muchas cosas en 365 días.
A mi familia le debo no solo la alegría sino también el tiempo que tiene aguantando mis constantes neurosis, ansias, risas, manias y por supuesto a cambio yo los hago reír peor que chanchos en el lodo, así que andamos parches. No sé si mis papás ya se aburrieron de tenerme en casa pero al menos mis decoraciones navideñas si les han gustado. En los últimos meses me han cuidado y han logrado que me recupere de las 3 semanas más complicadas y enfermizas de mi vida.
Right this very minute,
Candles in the window,
Carols at the spinet.
Yes, we need a little Christmas
Right this very minute.
La llegada de la Navidad si bien nos llena de alegría, sobre todo a mí, no debe alejarnos de la reflexión porque nada es gratuito, ni la alegría. Misteriosamente (todo fríamente calculado en verdad) la Navidad llega a fin de año, como un espacio de tránsito para comenzar recargados y con sonrisas nuevas el año que viene. (Felizmente no se acabo el mundo el 21 jijiji) Eso quiere decir que tenemos más razones para mirar los meses que pasaron, si quieren mientras se toman una taza de chocolate caliente a pesar del calor o comiendo un rico panetón. A mi más fiel estilo, será comiendo un tazón repleto del puré de manzana de la Tati.
Yo, como todos los años, tengo muchas razones para alegrarme, para seguir en estas fiestas con una sonrisa y ganas que los demás sonrían. No sé si es “lo propio” contarles pero si creo que puedo aprovechar para agradecer a los que han hecho que esta Navidad tenga de nuevo tanta alegría como para emprender un año más. Para mi el Año Nuevo es más bien el día del cumpleaños de mi abuela, es la Navidad mi fecha, día y hora para comprometerme con el año que viene, para tomar fuerzas y pensar que si puedo celebrar un año más es porque se han confabulado muchas cosas en 365 días.
A mi familia le debo no solo la alegría sino también el tiempo que tiene aguantando mis constantes neurosis, ansias, risas, manias y por supuesto a cambio yo los hago reír peor que chanchos en el lodo, así que andamos parches. No sé si mis papás ya se aburrieron de tenerme en casa pero al menos mis decoraciones navideñas si les han gustado. En los últimos meses me han cuidado y han logrado que me recupere de las 3 semanas más complicadas y enfermizas de mi vida.
Otro motivo, son mis amigos y como dice Guillén... el resto, la selva. Esos niños se han portado muy bien este año y merecen que Papa Noel les traiga todo lo que han pedido (aunque algunos son un poco Grinch y seguro se han olvidado de escribirle). No podría haber mejorado si no fuera por sus visitas en la clínica donde hicieron milagros para hacerme comer la cena completa, por las visitas en casa, las llamadas y lo mucho que ayudaron para que me ponga al día en clases. Así que gracias Marisella, Patty, Astrid, Bertha, Natalia, Fiorella, Carlos, Alejandra, Aline, Tania, Gabriel, Michel, Mario, Ximenita, Alfredito, Sandra, Priscilla, Javier, Paola y Loló.
Mi trabajo, también es un motivo para celebrar este año, definitivamente he aprendido aún más de música y correr tras bambalinas, en su totalidad ha sido toda una nueva experiencia. El año que viene habrá más conciertos, más música, más gente así que con mejor aprovecho estos días para cargarme de fuerzas y buen humor, espero una larga y fructífera Temporada 2013.
Mi condición es la vida, cantar y contar la vida. La universidad, no, la universidad en sí no. Mis clases, lo que he aprendido en este año de locos, todo lo nuevo que he leído y los profesores que me han tocado me han permitido querer más mi carrera, encontrarle el rumbo que quería y entender que es lo que quiero de la literatura y en que puedo ser realmente útil.
No me puedo ir sin agradecerle también por su apoyo, palabras, abrazos, risas y su tiempo a: Carolina, Jimena, Ximena, Pedro Pablo, Ana María, Emily, Oswaldo, Sandra T., Katha, Fernando, Milagros, Claudinchen y las enfermeras de la Clínica Centenario por la paciencia y soportar mis drama moments.
Cosas buenas y no tan buenas han sucedido este año. A algunos nos han dejado solos de las maneras más extrañas e inesperadas, a otros les ha tocado perder a alguien querido. Yo he terminado en la clínica y me recuperé gracias al doctor, los engreimientos de mi madre y la energía positiva de personas conocidas y algunas que fueron una gran sorpresa. Una de las cosas que me decía mi mamá era “Tienes que mejorarte porque pronto será Navidad” para algunos será absurdo, para mi es vital. No he perdido al niño que llevo dentro, creo seriamente que Papa Noel existe y le escribo mi carta todos los años, el árbol es primordial desde el primer día de diciembre en mi casa, me entusiasma cocinar, prepara y ayudar con la cena de Navidad (tal vez la única fecha del año en la que entro a la cocina llena de emoción); y espero algún día tener un White Christmas junto a mi sueño de ir a New York. Para algunos es absurda esta fascinación que tengo por la Navidad, unos creen que no tiene sentido y que es solo un producto del mercado. Si me regalas una tarjeta o una cajita linda y azul de Tiffany’s, si como pavo o pollo a la brasa no importa; lo primordial es la Navidad, porque es mi mejor oportunidad para demostrar que a pesar que las estructuras caen tenemos la habilidad de construir nuestra felicidad, lucha por lo que queremos y compartir con los demás, no solo los amigos sino todos los que nos rodean. Compartir, observar y trabajar para que se formen realmente un mejor futuro, un mejor año.
Espero que todos tengan una linda y sonriente Navidad con sus seres queridos, con los mejores recuerdos de los que ya no nos acompañan físicamente y con ganas de poder buscar justicia, belleza y arte en la vida. Recuerden lo bonito, porque en cada detalle hay belleza. ¡Feliz Navidad!
Cosas buenas y no tan buenas han sucedido este año. A algunos nos han dejado solos de las maneras más extrañas e inesperadas, a otros les ha tocado perder a alguien querido. Yo he terminado en la clínica y me recuperé gracias al doctor, los engreimientos de mi madre y la energía positiva de personas conocidas y algunas que fueron una gran sorpresa. Una de las cosas que me decía mi mamá era “Tienes que mejorarte porque pronto será Navidad” para algunos será absurdo, para mi es vital. No he perdido al niño que llevo dentro, creo seriamente que Papa Noel existe y le escribo mi carta todos los años, el árbol es primordial desde el primer día de diciembre en mi casa, me entusiasma cocinar, prepara y ayudar con la cena de Navidad (tal vez la única fecha del año en la que entro a la cocina llena de emoción); y espero algún día tener un White Christmas junto a mi sueño de ir a New York. Para algunos es absurda esta fascinación que tengo por la Navidad, unos creen que no tiene sentido y que es solo un producto del mercado. Si me regalas una tarjeta o una cajita linda y azul de Tiffany’s, si como pavo o pollo a la brasa no importa; lo primordial es la Navidad, porque es mi mejor oportunidad para demostrar que a pesar que las estructuras caen tenemos la habilidad de construir nuestra felicidad, lucha por lo que queremos y compartir con los demás, no solo los amigos sino todos los que nos rodean. Compartir, observar y trabajar para que se formen realmente un mejor futuro, un mejor año.
Espero que todos tengan una linda y sonriente Navidad con sus seres queridos, con los mejores recuerdos de los que ya no nos acompañan físicamente y con ganas de poder buscar justicia, belleza y arte en la vida. Recuerden lo bonito, porque en cada detalle hay belleza. ¡Feliz Navidad!
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